Cuando uno diseña juegos de mesa, y wargames en concreto, al menos en mi caso, lo hago guiado por el interés y deseo de ver representada una batalla (o guerra) sobre un tablero de juego, para de algún modo emular y experimentar cómo y por qué sucedieron los hechos y probar si de alguna manera puedes mejorar o cambiar el resultado. Si tomas el bando perdedor probar si con recursos similares eres capaz de obtener la victoria y si juegas con el bando ganador retarte a volver a conseguir la victoria o incluso superar el resultado.
En cualquier caso, el objetivo final es pasar un buen rato, poner a prueba tu ingenio, revivir un hecho histórico y divertirte con un hobby atractivo como es el wargame.
Lo que nunca se me pasó por la mente a la hora de diseñar fue que un juego publicado no sólo sirviera para entretenimiento lúdico sino que se utilizara para clases de profesionales militares en cursos de entrenamiento.
Y eso es lo que le ha sucedido a mi diseño Berlín 1945, que ha servido en varias ocasiones para poner a prueba a oficiales polacos de diferentes rangos: tenientes, capitanes, comandantes, coroneles. Según el instructor que organiza las clases, Piotr Bambot , los motivos para usarlo en la academia militar son :
«Me interesa el juego Berlín 1945 por su aplicación en el proceso de toma de decisiones educativas y análisis de riesgos. El juego abre definitivamente las mentes, enseña paciencia, creatividad, estrategia ante situaciones imprevistas y, sobre todo, humildad y la capacidad de reírse de los errores. Cada día descubro más opciones educativas en Berlín. Es un juego tan flexible que sólo mi imaginación me limita a la hora de utilizarlo y de complicar la vida a los soldados que lo juegan.
La partida es muy interesante para ambos bandos, especialmente para los alemanes. El reto para ellos es enorme porque los rusos les abruman con su ventaja. El despliegue y avance inicial es crucial. Especialmente que luego no hay manera de retirarse con más unidades. El movimiento de los alemanes debe calcularse bien, hacia los lados / flancos o movimientos de retirada controlada. A menudo se complica el asunto porque muchas veces te gustaría atacar, y no puedes hacerlo. El juego tiene el hecho de que esto crea una tensión emocionante para los jugadores, especialmente cuando los alemanes leen las intenciones de los rusos y logran vencerlos.
Jugar con Alemania requiere habilidad y experiencia. Hay que saber qué pueden y qué no pueden o no deben hacer, dónde es rentable atacar y dónde resistir y retrasar al enemigo, qué cartas se tienen y cuáles pueden aparecer todavía. Si uno pierde con Alemania unas cuantas veces, está preparado para jugar con ellos, entonces el juego puede igualarse. Cubrir a las unidades SS que luchan como diablos en Mitte es la clave.
Por otra parte , jugar con los soviéticos también es un reto, inicialmente tienen muchas tropas para llegar fácilmente al Reichstag, sin embargo, este ejército se disuelve con los turnos como azucarillo en el agua, ante un jugador alemán inteligente y correoso que sabe dónde buscar los puntos débiles del avance soviético . Así el soviético debe jugar de forma agresiva y movimientos rápidos o no llegará a tomar el Reichstag.
Para mí, este juego es el descubrimiento del año. El juego es rápido, interesante y las mecánicas no están gastadas, como COIN o Levy o juegos de este tipo. La asimetría del juego es importante. No hay nada igual, simétrico en el mundo. En los juegos, especialmente en los juegos de guerra que muestran algo, es imposible que haya igualdad de condiciones para ambos bandos, cada bando tiene siempre sus pros y sus contras. Por eso estos wargames son interesantes, porque no hay monotonía. En las fotos aparecen oficiales jugando en grupos al Berlín, en 4 mesas, una de ellas con formato gigante para grupos más grandes.»
El leer la opinión de Piotr y ver las fotos enviadas me produce un orgullo y satisfacción enorme, por haber contribuido de forma inesperada a que el juego tenga una doble función. Lo cual le agradezco por haber confiado a primera vista en su potencial y haberlo llevado a cabo fabricando varios ejemplares con bloques de madera grandes para facilitar su uso y jugarlo en grupos como se puede apreciar.
En cuanto al jugador de wargames puedo constatar que este juego le va a brindar jornadas de diversión y de poner a prueba su intelecto en cada turno, ya que el azar es mínimo, no se usan dados, y los movimientos y combates requieren análisis y cálculos constantes de cada situación para obtener la mejor jugada como si de una partida de ajedrez se tratara, los errores de cálculo se pagan caros si el enemigo sabe aprovecharlos. En ocasiones notarás el sudor frío en tu frente pero debes mantener la compostura y mostrar cara de poker en todo momento.
Nota: El diseño gráfico del juego será totalmente renovado en la nueva edición de NAC Wargames. En un próximo diario se subirán imágenes de ello.