El Otro Lado de la Colina
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El otro lado de la colina es una simulación de la Segunda Guerra Mundial a nivel estratégico. Como tal, no sólo se ocupa de las operaciones militares, sino que también incluye decisiones políticas e incorpora la gestión de la economía y producción de Alemania durante la guerra.
El contador de Recursos refleja la capacidad total de producción de Alemania. Estos recursos aumentan a medida que Alemania conquista áreas industriales o mineras o va incorporando aliados a su causa. Algunas decisiones políticas, como la Autodeterminación de la industria, pueden aumentar los recursos y reflejan la racionalización de la economía de guerra en Alemania, aunque a costa del control del Estado (de ahí la reducción del Fanatismo). Los recursos también se ven afectados por los Eventos estratégicos, que pueden aumentarlos o reducirlos.
La tabla de Producción recoge el reparto de los recursos de la Alemania en guerra entre las diferentes necesidades. Hay dos tipos de inversiones. En primer lugar, los recursos pueden invertirse en refuerzos, que permiten poner tropas de la Wehrmacht en el mapa, reponen los recursos aéreos en cada frente o se dedican a la Guerra estratégica. En segundo lugar, los Recursos pueden invertirse para financiar los diferentes tipos de Directivas (militares, políticas y de producción). Como se vio en un diario de diseño anterior, las cartas de Directiva tienen un coste y sólo se pueden jugar si previamente se han dedicado a ello los recursos necesarios. La tabla de Producción no recoge “puntos” que se van gastando a medida que se usan, sino el reparto de la producción, que puede cambiarse en cada fase estratégica para ajustarse a las necesidades de la guerra.
La producción de Bienes de consumo es un caso especial. Los recursos dedicados a bienes de consumo no sirven a la guerra, pero su reducción disminuye el valor de Fanatismo, que es la principal fuente de Prestigio para el jugador con la carta de Sección del OKW. Hitler creía que la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial se había debido al desplome de la moral en la retaguardia, a lo que contribuyó la escasez de bienes básicos. Por tanto, el régimen nazi se resistió siempre a reducir la producción de bienes de consumo, a pesar de que sustraían recursos muchas veces necesarios para el esfuerzo de guerra.
El destino de Alemania depende de su capacidad para defender la producción de refuerzos. La guerra de los Aliados contra la economía alemana se refleja en el contador de Guerra Estratégica.
La Guerra estratégica se resuelve una vez en cada fase de Operaciones. Esto significa que hay que resolverla una vez en invierno, primavera y otoño y dos veces en verano. Los cielos claros de Alemania a partir de 1942 pueden ser mortíferos para la industria alemana, así que los jugadores deberán estar preparados para reponer las bajas en la Guerra estratégica.
Para resolver el segmento de Guerra estratégica, se saca una carta de Batalla y se cruza la columna correspondiente de la facción Occidental con la fila del año actual.
Suponiendo que nos encontremos en 1944, esta carta indica que para la Guerra estratégica se tirarán 4 dados Occidentales. A continuación se comprueba el contador de Guerra estratégica para determinar el número de dados del Eje que se tiran.
El Jefe de producción, que es el encargado de la Guerra estratégica, tira un número de dados de combate del Eje igual al número de la casilla donde esté el marcador de Guerra estratégica en su contador. La casilla en la que se encuentra el marcador de Tecnología indica el número de dados grises que se tiran. El resto de dados deben ser blancos. Los dados grises tiene más posibilidades de éxito que los blancos (50% frente a 33%), de modo que la Directivas de producción con Proyectos que mejoran la Tecnología pueden ser una prioridad interesante.
En nuestro ejemplo, el marcador de Guerra estratégica está en la casilla “3”, por lo que se tiran 3 dados del Eje. El marcador de Tecnología está en la casilla “1”, así que uno de ellos será un dado gris. Los dos restantes serán dados blancos. Se tiran todos los dados y los resultados se comprueban en la Tabla de Resolución de la Guerra estratégica.
El Jefe de producción tira los dados de la facción Occidental y obtiene:
Los Estados Unidos están en Guerra, así que la tirada ha obtenido 3 impactos en total. A continuación, el Jefe de producción tira los dados del Eje y obtiene:
El resultado sólo otorga 1 impacto. Además, el jugador del Eje debe resolver un Evento estratégico.
La diferencia es de 2 impactos en contra del Eje (3 impactos de la facción Occidental Frente a 1 impacto del Eje). El Jefe de producción decide asignar una reducción al contador de Guerra estratégica y otra reducción al contador de Control aeronaval de Alemania. Alternativamente, podía haber asignado ambos impactos al contador de Guerra estratégica o al contador de Control aeronaval de Alemania.
Para resolver el resultado de Evento, se revela una carta de Evento estratégico, que resulta ser Bombardeo de las líneas de comunicación. El Jefe de producción reduce en 1 el valor de Refuerzos de la Luftwaffe, un mazazo para la economía alemana. El efecto indica que la carta se añade a los Eventos estratégicos de 1945.
Además, la carta incluye un símbolo de Evento recurrente que indica que hay que realizar un recuento de Influencia en este momento. Se otorgan 2 Puntos de influencia al Grupo de interés correspondiente por cada General al mando de un Grupo de ejércitos o un OB y 1 Punto de influencia por cada General activado.
Como se ha visto, si el resultado es una derrota, el jefe de Producción debe repartir las pérdidas entre el contador de Guerra estratégica, lo que puede reducir la capacidad de librar la Guerra estratégica en turnos posteriores, y el contador de Control Aeronaval de Alemania:
Al comienzo de cada turno, en la fase de Gestión, se comprueba la casilla en la que está el marcador de Control aeronaval de Alemania y se aplican los efectos. En nuestro ejemplo, al estar el control Aeronaval de Alemania en la casilla número 4, habría que reducir el valor de un precioso marcador de Refuerzos.
La importancia de la Guerra estratégica en el juego refleja una cierta visión de la Segunda Guerra Mundial. Al hablar de este conflicto, es prácticamente un dogma afirmar que la guerra se decidió en los campos de batalla del Frente este y, si se cuenta la contribución de cada Frente en términos de hombres o tanques, es difícil contradecir este axioma.
Sin embargo, cuando se analiza la inversión de Alemania en términos de material de guerra, sorprende descubrir que entre el 50% y el 55% de la producción de Alemania estaba dedicado a la aviación y que el porcentaje total de producción invertido en la defensa antiaérea fue cercano al 10% a partir de 1942. En ambos casos se trataba de material destinado principalmente a la defensa de los cielos de Alemania, no a los Frentes. Mientras tanto, el equivalente de producción dedicada a blindados era del 4% en 1942 y del 8% en 1944, que fue su momento álgido (O’Brien 2015). En una guerra moderna como la Segunda Guerra Mundial, el esfuerzo bélico no se mide sólo contando los efectivos humanos, sino que es necesario tener en cuenta los medios materiales que permiten la continuación de la guerra.
En el juego es esencial dedicar recursos a la Guerra estratégica y a la Luftwaffe, a veces incluso a expensas de las operaciones militares. La trascendencia de la guerra aeronaval se refleja especialmente en los contadores de Guerra estratégica y de Control aeronaval de Alemania. Si se pierde la Guerra estratégica, se perderá el Control aeronaval de Alemania y se reducirá la disponibilidad de refuerzos. Esto puede derivar en un círculo vicioso en el que la reducción de refuerzos impide recuperar el Control aeronaval sobre Alemania y por tanto revertir las pérdidas de refuerzos. Los Generales clamarán pidiendo hombres, cañones y tanques para el Frente ruso, pero los Recursos son limitados y la prioridad a menudo deberá ser defender los medios de producción.
La Segunda Guerra Mundial se luchó en tierra, en el aire, sobre el mar y bajo sus olas. Los campos de batalla del teatro europeo no sólo fueron las tierras de Europa, sino también sus cielos, sus mares y los extensos océanos que las rodean. Por primera vez en la historia, el poder aéreo podía influir de manera decisiva en el desarrollo de la guerra en tierra, como descubrieron los Generales alemanes provenientes del frente oriental cuando les tocó servir en el Frente Occidental. Esta influencia decisiva de la guerra tridimensional se refleja en los contadores de Control aeronaval de los Frentes. Perder el Control aeronaval en un Frente no sólo supone recibir impactos extra en las batallas, sobre todo contra los Aliados Occidentales, sino perder la movilidad y la flexibilidad necesarias para desplazar tropas a un sector amenazado cuando es necesario.
REFERENCIAS
O’Brien, Phillips P. (2015) How the War was Won. Cambridge: Cambridge University Press.