4. Los Grupos de interés

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En el juego, cada General pertenece a uno de los cuatro Grupos de interés: La Vieja guardia, los Profesionales, los Simpatizantes y los opositores:

Los cuatro Grupos de interés y sus símbolos

Como representantes típicos de estos cuatro grupos podía incluirse a Rundstedt (Vieja guardia), Manstein (Profesionales), Kesselring (Simpatizantes) y Witzleben (Opositores):

Los cuatro Grupos de interés son abstracciones y constituyen categorías aparentemente estancas. Sin embargo, el generalato alemán no estaba formado por grupos cerrados. No había una Asociación de Viejas Glorias, ni un Gremio de Militares Profesionales, ni un Club de Fans de Hitler. Ciertos Generales podrían ciertamente ser asignados a varios grupos de interés. De hecho, el único Grupo de interés indiscutible es el de los Opositores, ya que consta íntegramente de Generales represaliados por su oposición al régimen nazi.

Los Grupos de interés representan una posible clasificación de los Generales, como los Generales de la Vieja Guardia, muy tradicionales y firmemente anticomunistas, o los apolíticos Profesionales, aquellos que en los últimos días de la guerra se esforzaron en conseguir que el mayor número de soldados alemanes se rindieran a los Aliados Occidentales en vez de ser capturados por los rusos. Ambos grupos renegarían de Hitler y de sus obras tras la guerra, a pesar de que nunca se opusieron a él activamente y se beneficiaron de su régimen de diversos y a menudo vergonzantes modos. Los Simpatizantes representan a los Generales identificados con los objetivos o los métodos del nazismo, (o con ambos, como el infame Schörner). La mayoría de los Generales que fueron responsables de crímenes de guerra entran en esta categoría, pero incluso la expresión «responsables» es dudosa. Si todos los Generales que toleraron crímenes de guerra en las regiones bajo su mando o simplemente miraron para otro lado fueran asignados al grupo de los Simpatizantes, quedarían muy pocos fuera de esta categoría.

Hay un trabajo de investigación detrás de los Grupos de interés, ya que el diseño del juego está enfocado hacia la simulación y busca ofrecer una experiencia de aprendizaje. La posibilidad de que algunos Generales se conviertan en opositores añade un componente de fluidez e incertidumbre al juego y representa cambios de fidelidad como los de Rommel, Hoepner y posiblemente von Kluge.

El Grupo de interés de los Generales es importante porque está asociado a las cartas de Objetivos secretos, que otorgan Puntos de Prestigio extra al final de la partida, dependiendo del escenario que se esté jugando. Estos Puntos de Prestigio extra a menudo deciden quién gana la partida.

Cuando se produce la reestructuración del mando, generalmente en 1942, el jugador con la carta de Sección del Alto Mando de Jefe del OKW recibe la carta de Objetivos públicos del OKW y mantendrá su posición como Jefe del OKW durante el resto de la partida. El resto de Secciones del Alto Mando siguen redistribuyéndose al comienzo de cada año.

Carta de Sección del OKW: antes de la Reestructuración del mando
Carta de Sección del OKW: después de la Reestructuración del mando

A continuación, cada uno de los otros jugadores recibe una carta de Objetivos secretos, que debe mantener oculta. Entre estas cartas de Objetivos se encuentra la de los Opositores, cuya meta es lograr que Alemania se colapse antes de lo que lo hizo históricamente. A efectos de juego, representa una mecánica de traidor. Sin embargo, hay más cartas de Objetivos que jugadores y las que no se usan se descartan a ciegas, de modo que no hay certeza de las cartas de Objetivos que hay en juego. Por tanto, es posible que no haya traidor en el juego y esa incertidumbre hace la dinámica de las partidas más interesantes.

Las cartas de Objetivos y de Secciones del Alto Mando representan la diferencia entre la naturaleza y la función de los jugadores. Las cartas de Sección del Alto Mando representan diversas funciones que puede desempeñar el mismo jugador a lo largo del juego, las cuales le otorgan también Puntos de Prestigio si las desarrolla con éxito. Las cartas de Objetivos representan la naturaleza del jugador y un jugador recibirá Puntos de Prestigio extra si logra ajustarse a ella. En términos generales, el jugador con los objetivos de la Vieja guardia intentará mantener a los rusos fuera de Alemania, el jugador con los objetivos de los Profesionales intentará preservar el mayor número de ejércitos posibles al final de la partida, el jugador con la carta de los Simpatizantes querrá mantener a los aliados occidentales y a los rusos fuera de Alemania y el jugador con la carta de los Opositores buscará que Alemania de colapse antes del final de la partida, Por su parte, el Jefe del OKW intentará que Alemania aguante hasta el final de la primavera de 1945 y que el valor de Fanatismo sea el más alto posible.

Por otra parte, a lo largo de la partida se producen recuentos de Influencia, que otorgan Puntos de Influencia a cada Grupo de interés en función de los mandos que tienen en el tablero. Las cartas de Objetivos también otorgan Puntos de Prestigio relacionados con la Influencia de cada Grupo de interés al final de la partida.

Marcadores de Influencia: Opositores, Profesionales, Simpatizantes y Vieja guardia

Las cartas de Objetivos incorporan un nivel de incertidumbre añadido, ya que en algunos escenarios los jugadores no averiguarán cuál es su naturaleza hasta bien entrada la partida. El hecho de que las cartas de Objetivos no se repartan al principio de todos los escenarios ayuda a distinguir entre el funcionamiento interno de la Alemania triunfante de los primeros años de la guerra, cuando todo el mundo es feliz y rema en la misma dirección, y la situación de la Alemania en declive, cuando comienzan a abrirse las costuras del hasta entonces irrompible tejido del Generalato alemán y cada oficial empieza a buscar su interés propio.

Además, al representar una bolsa de puntos desconocida, las cartas de Objetivos evitan situaciones en las que un jugador que sabe que va a perder se ve obligado a elegir al ganador y dificultan la táctica de derribar al líder, circunstancias ambas que reducen el potencial de simulación de muchos juegos e incluso, para muchos, la diversión de jugarlos. En términos generales, a los jugadores como grupo les interesa que ninguno de ellos adquiera gran ventaja sobre el resto.

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