Madera contra Acero
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Ya hemos visto en la entrada anterior que todos los mitos y leyendas del origen de los aborígenes canarios han sido descartados, léase: descendientes de Noé, los supervivientes de la Atlántida, tribus emparentadas con los egipcios, celtas, iberos, vándalos, armenios, cananeos, fenicios, libios, romanos o vikingos.
El origen de los primeros pobladores de las Islas Canarias que ya está demostrado científicamente hoy concita unanimidad en la comunidad científica: está en el norte de África.
¿Las siguientes incógnitas son cuándo y cómo llegaron?
Empezaremos con decir que hubo arribadas con poblamiento ocasional o limitada en el tiempo y arribadas para una colonización permanente. Entre las primeras se sabe al menos de dos:
1) El más antiguo fue por pobladores de una cultura fenicia en la isla de Lanzarote, donde hay constancia de que en el yacimiento de Buenavista, hubo un asentamiento fenicio púnico entre 950 y 350 antes de la Era Común (AEC)
2) De la presencia de los romanos es testigo el yacimiento del Islote de Lobos, junto a Fuerteventura, que fue un taller de púrpura de factura romana habitado sobre el año 40 (AEC) con una ocupación que se prolongó aproximadamente un siglo, pero no de forma permanente. No se sabe desde dónde llegaron sus moradores, pero sí hay indicios de que procedieran de Gades –actual ciudad de Cádiz-.
En el caso de colonización permanente nos remitimos a las poblaciones de origen bereber del Norte de África, zonas de Argelia , Túnez y Libia principalmente. Estas poblaciones colonizaron las siete islas principales del archipiélago en sucesivas olas, se estima que al menos dos en varias islas.
Por los grabados en piedra encontrados en las islas de Lanzarote, Fuerteventura y el Hierro principalmente se deduce que su escritura era de origen líbico-bereber en su mayoría. Un alfabeto autóctono del norte de África utilizado desde la antigüedad por las gentes bereberes, o imazighen. La escritura líbica se usa en Numidia y en Mauretania al menos desde el siglo III o II antes de la era hasta que finaliza el período romano en África. La inscripción más antigua está fechada entre el 250 y 100 antes de la era. Esto nos sugiere que fue a partir de esa fecha la llegada de los primeros pobladores a las islas.
Si el origen está claro –norte de África- y cuándo se inicia aproximadamente la colonización del archipiélago, la siguiente cuestión es cómo vinieron. Los primeros pobladores del archipiélago ¿llegaron deportados o voluntariamente, en una o en varias oleadas, viajaron a Canarias por mar? ¿Tan traumáticas fueron aquellas travesías que no se atrevieron a volver a navegar para conocer la isla que tenían en el horizonte? ¿La cercanía entre Lanzarote y Fuerteventura no propició contactos entre sus habitantes? A pesar de que los primeros aborígenes indudablemente sí conocían la navegación porque arribaron en barco, son mayoría los expertos que afirman que “no conocían la navegación, que no navegaron entre islas”. Y se apoyan en dos realidades incuestionables: no se ha encontrado ningún registro arqueológico ni tampoco referencias en las fuentes históricas. En consecuencia, Canarias sería el único archipiélago del mundo que le daría la espalda a la navegación durante más de mil años, desde que el ser humano llegara por primera vez hasta la Conquista.
Carmen Gloria Rodríguez es la directora del Museo Parque Arqueológico Cueva Pintada y especialista en arqueoictiología.
Para esta arqueóloga, los viajes de los primeros aborígenes a un lugar desconocido son una incógnita. “La teoría de la deportación es la que menos me convence. Creo que fueron circunstancias muy duras que obligaron a esa población a emigrar; con medios rudimentarios llegan a estas islas y olvidan la navegación o bien solicitan el concurso de pueblos que puedan transportarlos hasta aquí”.
Jorge Onrubia, director de investigación en Cueva Pintada y profesor de la UCLM, considera que los amaziges isleños llegaron al archipiélago “en época romana y con la ayuda de navegantes” a los que pagarían en especies.
El profesor de la Autónoma de Madrid Alfredo Mederos también es de la opinión de que “los tuvieron que haber traído”. Este investigador tinerfeño tiene argumentos para justificar su opinión. Autor de varias publicaciones sobre navegaciones en la costa atlántica del norte de África durante las épocas fenicia y romana, Mederos afirma que “las sociedades inmediatas de litoral no tenían capacidad náutica a lo largo de la franja de Marruecos a Mauritania”. Las grandes flotas pertenecían a las élites que gobernaban, aunque también había barcos pesqueros, como recoge en su trabajo Pesquerías púnico-gaditanas y romanos de túnidos (300-20 ac). Buceando en los textos clásicos, encontró “una de las referencias más claras sobre la presencia de marinos gaditanos en las Islas Canarias, en el siglo I antes de la Era común, en un texto de Plutarco”.
probable copia del mapa de Agripa , siglo I DC.
Y si fueron trasladados, ¿quién los trajo?
Le preguntamos a Mederos. “Bien por decisión de Juba o del emperador, deciden poner algunas poblaciones en esas islas que ya conocían para colonizarlas”. Pero no hay pruebas escritas. ¿Deportados? “Es una posibilidad más pero hay que demostrarlo, en todo caso, complementaria con otros medios. Mejor pensar en un poblamiento relativamente planificado y sin duda tuvieron que usar barcos porque se necesita a un número determinado de personas para colonizar un territorio y además con animales como fue el caso”. Mederos sentencia: “Yo no creo en una oleada de pateras”. Deportados o no, “fueron traídos deliberadamente, posiblemente con el propósito de colonizar Canarias”, nos ha contado Belmonte, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias y experto en arqueoastronomía de las islas. Roma controlaba el norte de África, las islas ya eran conocidas y “deliberadamente se ocupa un territorio con el propósito” de controlar ese espacio. Para ello, “trasladan a personas, con animales, frutales y semillas para garantizar” la supervivencia. ¿Pudieron venir deportados? “No es descartable”, expone Belmonte, “porque supondría un doble objetivo, colonizar un territorio que deseas ocupar y llevarte a unas personas que te están causando problemas”. Un dato más que aporta este científico es que “a las islas llegaron élites porque sabían escribir, como vemos en las numerosas inscripciones alfabéticas” grabadas en piedras de las siete islas. Lo que sí descarta es la teoría de arribadas de fortuna.
El profesor Jorge Onrubia descarta rotundamente, como la mayoría de los investigadores, “una navegación de fortuna”, que vinieran por su cuenta en embarcaciones pequeñas.
La cuestión de la visibilidad es muy importante. Los navegantes que llegaron a Canarias lo hicieron practicando cabotaje de altura: a lo largo de la costa pero pudiendo encadenar varios jornadas en condiciones emparentadas con la navegación de altura. Es decir, la tierra se pierde de vista durante un tiempo. Esto implica claramente un buen dominio de las técnicas náuticas y excluye una navegación de fortuna.
En otro sentido Jonathan Santana, el director del proyecto financiado por el Consejo Europeo de Investigación ERC Starting Grant considera que “no hay pruebas para decir que fueron trasladados por otras poblaciones”. Por ello, sostiene que los indígenas llegaron voluntariamente y con sus propios medios. Pero tampoco tiene pruebas contundentes para que sea incuestionable su planteamiento, aunque sí indicios arqueológicos. “Pronto sacaremos una publicación en la que defendemos que ”hay un espacio de tiempo entre los romanos y los primeros aborígenes, no estaban romanizados“. Por lo tanto, añade Santana, ”no se puede descartar la hipótesis de que llegaran por sus propios medios. Hay que explorarla“. Analizando los vestigios arqueológicos excavados en los yacimientos, continúa el doctor de la ULPGC, “en las evidencias más antiguas de los aborígenes, no distinguimos, en los elementos de cultura material, ningún registro que nos permita vincularles con la cultura romana. Su identidad cultural, la manera en la que se expresan de manera material, que es lo que estudiamos los arqueólogos, no tiene nada que ver con el mundo romano. Es una cultura material totalmente norteafricana, autóctona”.
Así pues vistas todas estas hipótesis y planteamientos científicos el debate está servido , ahora cada cual que extraiga sus propias conclusiones
Para los que tengan paciencia sin embargo hay un proyecto en marcha que espera dar conclusiones en 2024 el cual trata de solucionar este enigma .
El proyecto europeo ERC IsoCAN establecerá la cronología de la colonización inicial de las Islas Canarias; determinará el origen geográfico y la variabilidad genética de los indígenas canarios, sus animales y plantas domésticas, así como de las especies parasitarias que accidentalmente llegaron con ellos; definirá el proceso de adaptación y resiliencia de los primeros pobladores a los diferentes ecosistemas insulares e investigará el impacto humano en el paisaje y la gestión de los recursos naturales.
La colonización de islas oceánicas fue un importante desafío para la humanidad. Como en las Islas Canarias, los seres humanos necesitaron crear paisajes sostenibles y domésticos en lugares con escasez de recursos alimenticios, ausencia de ayuda exterior, y seriamente condicionados por las particularidades medioambientales de los nuevos territorios. De hecho, los indígenas canarios tuvieron que ser auto-suficientes para asegurar su supervivencia durante cientos de años, siendo un extraordinario ejemplo de adaptabilidad y sostenibilidad en islas oceánicas. Ellos fueron capaces de crear paisajes antrópicos en ecosistemas insulares diversos y aislados. Sin embargo, la forma en que los primeros colonizadores transformaron islas vírgenes en paisajes domésticos más habitables para los humanos sigue sin resolverse.
Si queréis saber más os recomiendo esta entrevista
video entrevista con el arqueólogo Jorge Onrubia
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