16. EL EMPERADOR TRAJANO RENUNCIA A SUS ROPAJES PARA LA CONFECCIÓN DE VENDAS PARA SUS SOLDADOS.

Carta del juego. Arte provisional.

Tras la batalla de Tapae… reproduzco una escena de la novela CIRCO MÁXIMO de Santiago Posteguillo:

» Se acercaron entonces a uno de los grupos de heridos, donde se encontraba Critón. El médico, que rápidamente imaginó a qué se debía esa visita del emperador, emitió un informe rápido y certero.

  • Son heridas sobre todo en brazos y piernas. Cortes no mortales pero que inutilizarán a muchos de estos hombres durante semanas. Algunos siempre. Lo siento, César.

Trajano asintió sin decir nada. Se paseaba entre los heridos seguido de cerca por Liviano y el resto de altos oficiales del ejército en campaña al norte del Danubio. El emperador se detuvo e hizo una señal a Critón. El médico griego se acercó de inmediato al lugar donde se encontraba el César.

  • ¿Por qué no se vendan bien las heridas de todos los legionarios?- preguntó el César, que había observado a muchos legionarios con las piernas y brazos ensangrentados sin vendaje alguno.
  • No tengo… augusto…suficiente tela para vendarlos a todos. Solo vendo a los más graves…
  • ¡Por Marte!… ¡Han luchado por Roma!… Esta todo mi bagaje, con mis togas imperiales y mis túnicas y las telas que se usan en la tienda del Praetorium,… que lo traigan todo aquí y que Critón use todo lo que necesite.»

Debido a que en las batallas abundan los enfermos y los muertos, la medicina militar avanzó mucho durante las grandes y largas campañas del Imperio Romano.

Se dotaron las unidades de médicos militares y auxiliares médicos, y se asignó a cada legión una ambulancia, un pequeño hospital, muy simple, destinado a seguir los movimientos de las tropas a fin de prestar los primeros servicios a los heridos.

Se crearon unos hospitales de campaña móviles, constituidos en principio por una tiendas de campaña instaladas cerca de la línea de combate, pero en sitios resguardados y seguros, que Vegecio denomina “aegri contubernales” (compañeros enfermos) .

Los heridos y enfermos reposaban  en lechos de hojas secas o sacos de paja, y recibían los cuidados médicos en espera de ser evacuados o incorporados de nuevo a las unidades.

Los aegri se fueron perfeccionando y dieron lugar, con el paso del tiempo a los “VALETUDINARIA” móvil y fijo. En cada campamento había también un “VETERINARIUM” para tratamiento del ganado.

En los cuarteles incluso en algunos campamentos había hospitales de tamaño considerable construidos con tiendas de campaña. Normalmente, se disponían en forma de cuadrado en torno a un cuadrado abierto central: este diseño se mantuvo en gran medida en los edificios permanentes de las fortalezas.

La arquitectura de los valetudinaria era siempre la misma: un corredor central e hileras a ambos lados de pequeñas salas, cada una con capacidad para 4 o 5 personas. Estos hospitales fueron las primeras instituciones diseñadas para atender heridos y enfermos.

Había  un hospital militar (Valetudinarium) en cada campamento permanente de la Legión. Es de destacar el de la base legionaria de Vetera Castra, en Germania, cuyos parámetros de ingeniería sanitaria, comodidad e higiene no fueron alcanzados por los hospitales militares hasta muy avanzado el siglo XIX. Contaban con habitaciones para los heridos, y disponían de farmacia y cocina, y una excelente provisión de agua, además de un quirófano en el que intervenir a los soldados en plena contienda.

El campo de la cirugía fue en el que más profundizaron. Los médicos romanos tenían métodos quirúrgicos  militares
sorprendentemente avanzados para el tratamiento de las heridas. Esto queda reflejado en su amplia variedad de instrumentos quirúrgicos. 

Incluyen fórceps para extraer proyectiles tales como flechas, sondas, espátulas para aplicar ungüentos, pequeñas palas con una cuchilla en el extremo, horcas para separar el tejido muscular, pinzas, agujas tanto curvas como rectas, y tablillas para piernas.

Todos ellos sabían cómo usar los torniquetes, los clampajes arteriales y las ligaduras para parar la pérdida de sangre, y también amputaban para prevenir gangrenas mortales.
En las amputaciones la carne sobre la herida se cortaba sobre el hueso con un escalpelo, pero no sobre articulaciones, y entonces el hueso era serrado, dejando suficiente piel colgando, para después alisar el hueso, doblar la piel encima y coser para cubrir el hueso.

En las legiones había personal de apoyo que atendía  a los enfermos y heridos puntuales en el mismo campamento. El más importante era el doctor medicus cuyo prestigio parece haber sido equivalente al de centurión. Gran número de médicos procedían de Grecia. Estos médicos poseían elevados conocimientos de medicina.

El primer cuerpo profesional de médicos militares los estableció el emperador Augusto, hasta entonces la suerte de los soldados heridos dependía de lo que cada general decidiera. Julio Cesar, tenía médicos de campaña, otros no llevaban ningún médico, dejando a los heridos al cuidado de sus compañeros.


Para  Augusto era muy importante la alta moral de sus tropas, y por consiguiente era importante que los soldados supieran que un grupo de médicos les aplicarían los cuidados necesarios para salvar sus vidas.

Para atraer a médicos al ejército, Augusto confirió el staus équite y los derechos de ciudadanía completa a todo médico que se enrolase en el ejército. Les ofreció los mismos beneficios monetarios y las mismas cantidades de tierra cuando se retiraran, y estaban exentos de algunos impuestos.

Los primeros auxilios se suministraban en el mismo campo de campaña por el médico que praefectus castrorum, que era el tercer oficial en orden de importancia de la legión, el medicus primus era el médico entrenado que cumplía su servicio en la legión el tiempo de servicio unos 25 años. 


Un médico militar Pedanius Dioscurides, escribió Materia médica, un texto que citado por Galeno, fue utilizado durante mucho tiempo. Antigono elaboro un remedio para el dolor de cabeza que contó con la aprobación d GalenoAxius un oculista de la flota británica classis britannica elaboro un bálsamo ocular que incluía sulfuro de mercurio.


Estos hombres fueron grandes médicos. El nivel del medicus medio podía ser mucho más bajo Celsus otro autor que escribe sobre medicina nos cuenta que los doctores militares al igual que los cirujanos de las escuelas de gladiadores tenían mucha más oportunidades de estudiar anatomía que sus compañeros que se ocupaban de los pacientes civiles.

Fuente:

Circo Máximo. Novela de Santiago Posteguillo.

https://gladiatrixenlaarena.blogspot.com/

Esta entrada tiene un comentario

  1. José Oscar

    Hola buenas noches!. Cómo va este proyecto? hace tanto tiempo que no tiene una actualización…para bueno o para malo, sería conveniente realizar un comentario de cómo está el juego y si el mismo sale adelante o va a vía muerta. Muchas gracias!

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