Cuando en el año 98, Trajano se convirtió en Emperador de Roma, la guerra contra el reino Dacio se convirtió en una prioridad estratégica y política para Roma. La destrucción del reino dacio era el objetivo necesario para restaurar la hegemonía romana en la región. Esto constituía un desafío para el Imperio romano de gran magnitud. El rey Decébalo gobernaba la Dacia sin ningún signo de desafío interior, contaba con la ayuda fiel de una serie de reinos vecinos y aliados como los sármatas roxolanos, buros, bastarnos, cuados, marcomanos  y las ciudades griegas de Tyras y Olbia. El reino dacio era un reino rico, gracias a sus minas de oro, al control comercial del Danubio y de la costa occidental del Mar negro. La maquinaria de guerra dacia ya había dado muestras contra las legiones de Domiciano de su eficacia y para escarnio de Roma, las insignias de la Legión V Alaudae y la Legión XXI Rapax descansaban en la sala del trono de la capital dacia.

La primera decisión de Trajano al llegar al poder fue poner fin a los subsidios que recibía Decébalo del tesoro de Roma. Esto, junto a la lenta concentración de tropas en las provincias limítrofes con el Danubio, Pannonia, Moesia Inferior y Superior, la construcción y renovación de las infraestructuras militares, los refuerzos de los sistemas de defensa del Limes danubiano, les tuvo que hacer ver a los líderes de la entente dácica que la guerra era inminente.

Tras el vergonzoso tratado de Paz firmado por el emperador Domiciano con el rey Decébalo en el año 89, Roma estaba obligada a prestar asistencia técnica y económica a la Dacia. Esto a los ojos de Trajano era una vergüenza para Roma, que no hacía otra cosa que empoderar a su enemigo. Enemigo, con el que más tarde o más temprano tendría que entrar en Guerra por la supremacía y el control del Danubio y sus regiones limítrofes.

Reproduzco partes un pasaje de Circo Máximo de Santiago Posteguillo:

» … Viminacium, Moesia Superior, Frontera del Danubio, abril de 101 d.C.

El jinete llegó sangrando a las puertas de la fortaleza de Vinimacium. Lo condujeron rápidamente al valetudinarium, el hospital de las legiones. pero como estaba muy grave llamaron al legatus de la VII Claudia. Tercio Juliano, advertido de que aquel jinete era un mensajero imperial, se presentó de inmediato en el Hospital militar de la ciudad,…

El legatus salió del hospital con el mensaje del pretoriano en la mano.

El legatus desplegó el mensaje sobre la mesa del praetorium: estaba cifrado.

• Dejadme solo – dijo Tercio.

El optio que acompañaba al legatus salió del praetorium. Tercio entretanto, miraba aquel mensaje que aparentamente resultaba del todo incomprensible…

Era el anuncio de una guerra. Aunque aún no pudiera leerlo estaba seguro de ello. Sólo cuando había mucho en juego se encriptaban los mensajes que llegaban de Roma.

En unos minutos tuvo la primera línea del mensaje completo en un perfecto y muy comprensible latín:

Preparar todo en Vinimacium para de seis a nueve legiones en el mes de junio.

• Bien, ya sabemos lo que quiere el emperador: esto va a ser grande- dijo y se levantó rápidamente. Tenía que ir a hablar con el quaestor de la legión y revisar con éste las reservas de víveres y armamento...»

El Legado era el comandante de la legión. Generalmente, era nombrado por el Emperador, anteriormente debía haber sido tribuno por un periodo de 3-4 años, tenía que ser senador con unos treinta y pico años. Normalmente, vestía con coraza musculada bien de bronce para la guerra o bien de cuero, con un adorno en el pecho; encima llevaba una capa morada y una banda morada en la cintura, llevaban pteruges (tiras que cuelgan de la cintura) blancos. Su estado mayor lo constituían seis tribunos, uno del orden senatorial o laticlavio, que era el segundo jefe de la legión, que se distinguía por una franja ancha de color púrpura, tenía unos veinte y pico años y a veces con muy poca o ninguna experiencia militar. Vestía de forma similar al legado con una coraza musculada bien de bronce o de cuero blanco sin adorno en el pecho, una capa morada y una banda morada a la cintura. Había otros cinco tribunos de clase media-alta u orden ecuestre nombrados por el legado y se denominaban angusticlavios que llevaban una banda roja estrecha en la cintura. Todos llevan una capa roja, tenían que haber tomado parte en campañas anteriores, y formaban una especie de estado mayor sin tareas específicas. Se les podía dar el mando de 2 cohortes.

En el libro Bellum Dacicum de David Soria Molina, aparece como legado de la Legión VII Claudia Pía y Fiel, en el año 101 el legado Lucio Minicio Natal. Tengo que decir, que me he dejado llevar por el «romanticismo» de dejar al legado Tercio Juliano de la novela Circo Máximo al mando de su legión.

Lucio Minicio Natal, hubo dos, Padre e hijo y los dos fueron importantes en la historia de Roma y la historia de Barcino, la antigua ciudad romana que hoy es Barcelona. El hijo es el primer barcelonés del que se tiene noticia que ganó unos juegos olímpicos y el padre es el legado que David Soria sitúa al mando de la Legión VII y más tarde de la legión III Augusta.

La inscripción de la placa principal dice así:

«Lucio Minicio Natal, hijo de Lucio, inscrito en la tribu Galeria, el joven, cónsul, augur, procónsul de la provincia de Africa, miembro de la corporación augustal, legado imperial propretor de Trajano, vencedor de los Partos, divinizado, y del emperador Trajano Adriano Augusto de la provincia de la Panonia Superior, inspector del lecho del Tíber y de sus orillas y de las cloacas de Roma, legado de Trajano, vencedor de los Partos, divinizado, comandante de la legión III Augusta, legado de Trajano, vencedor de los Partos, divinizado, comandante de la legión VII Claudia Pia Fidel (o de la legión V Macedónica?), habiendo recibido como recompensa, de parte del mismo emperador, después de la primera expedición Dácica, una corona vallar, una corona mural y una corona de oro, tres lanzas puras, tres estandartes, legado propretor de la provincia de Africa proconsular, tribuno de la plebe, cuestor de la provincia… cuadroviro, encargada de la red viaria…
Lucio Minicio hijo, Quadronio Vero, augur, tribuno de la plebe, legado propretor de su padre en la provincia de Africa, tribuno militar de la legión I Auxiliadora Pia Fidel…., igualmente de la legión XIV Gémina, Marcia, Victoriosa, triunviro de la moneda para la fundición y acuñación de oro, plata y cobre…, han hecho construir, en un terreño de su propiedad, unas termas con sus pórticos y la correspondiente conducción de agua.»

Con lo que tenemos que Lucio Minicio Natal padre, fue comandante también de la legión III Augusta, de la que se conoce que una vexillatio entró en campaña, no en la primera Guerra de Trajano sino en la segunda en el año 105. David Soria le atribuye a Lucio Minicio Natal su jefatura en esta segunda campaña, con lo que en el juego, el barcelonés Lucio Minicio Natal aparecerá como el legado de la vexillatio de la legión III Augusta como refuerzo disponible a partir del año 105.

Los dos personajes dentro del juego y todo el mundo contento.

Fuentes:

Soria Molina, D., Bellum Dacicum. Geopolítica, estrategia y conflicto en el Danubio bajo Domiciano y Trajano (85-106 d.C.), Madrid-Salamanca, 2016.

CIRCO MÁXIMO. Novela de Santiago Posteguillo.

El ejercito romano. Adrian Goldsworthy. Editorial Akal.

Blog Historiaclasica.com

web arrecaballo.es