Las guerras en la política austracista
La guerra estuvo bien presente en el reinado de Felipe IV, en realidad, en cualquier reinado de la casa de Austria. Si bien la política exterior de Felipe IV parece agresiva, un análisis más detallado nos indica que el recurso a la guerra fue generalmente empleado como último recurso y de forma predominantemente defensiva.
Logicamente un juego sobe la vida, obra y amores de Felipe IV debe de ser capaz de representar las multiples guerras que sostuvo la monarquía durante esos años. En nuestro caso lo hemos recreado «tomando prestado» o «inspirandonos» en el mecanismo de «estado de sitio«; un indicador que sube y baja según el jugador va desarrollando su juego.
Las guerras en el juego
Existen varias guerras o frentes sobre los que el jugador puede influir, representando cada uno los conflictos con una potencia extranjera. Estos frentes se abren a iniciativa del jugador (jugando una acción de campaña militar) o por medio de las cartas de juego (en la imagen la carta de Guerra con Francia). Una vez empezada una guerra, el jugador administra las tropas que quiere llevar al frente y nombra un general al mando del ejército correspondiente. La potencia del ejército enemigo puede variar de turno en turno, y el general rival es elegido aleatoriamente entre los disponibles para cada momento. Desgraciadamente para Felipe IV y sus seguidores, los generales enemigos son cada vez mejores, representando la llegada de tipos como Tromp o Tourenne.
En este ejemplo la guerra en Cataluña se considera un frente contra el francés; las tropas españolas están dirigidas por el marqués de Lede, y se componen de un tercio nacional y uno francés (exiliados franceses, posiblemente dirigidos por Condé). Por su parte el ejército francés está al mando de La Mothe, y cuenta con el apoyo de un tercio catalán.
En este mismo ejemplo, el marcador de evolución de la guerra esta en el espacio central, en el 0. Esto indica que la guerra acaba de comenzar y por el momento ninguno de los bandos lleva ventaja. Si la guerra se desplaza hacia la izquierda, en el lado con los números en color negro, la ventaja sera del jugador, y si se desplaza hacia la derecha, números en rojo, la ventaja sera de los enemigos de la monarquía.
Para resolver el conflicto el jugador desvela cartas de evento y resolviendo tantas pruebas de fortuna como valor estratégico de los generales al mando de los ejércitos (el juego no tiene dados, casi parece un euro).
Las guerras terminan cuando el marcador de evolución se desplaza hasta el extremo final de uno de los dos lados del segmento de guerra. Sin embargo, y como fue una constante en el reinado de Felipe IV, las guerras pueden volver a comenzar con relativa facilidad, pues como dijo Canovas del Castillo:
«Felipe IV perdió cuarenta batallas importantes, pero lo mismo las ganadas que las perdidas consumieron nútilmente nuestra sangre”.
Guerras…. especiales….
En el Rey planeta no todas las guerras son iguales. Algunas, consideradas menos importantes, ganan o pierden menos puntos de victoria, como la guerra contra el Turco (un frente secundario en el reinado del Cuarto de los Felipes).
Otra guerra diferente es la de los 30 años. En este caso la guerra evoluciona con cartas especiales del mazo de eventos, representando el poco control que tuvó la política exterior española en esa guerra. Sin embargo un jugador temperamental siempre puede decidir volcarse en ese frente y enviar un ejército en apoyo de su primo, el emperador de Austria.
Por su parte la guerra contra los Berberiscos es de las pocas que se puede finalizar definitivamente, representando de esa manera un esfuerzo de las armas hispanas para erradicar la pirateria del Mediterraneo.
Queda mucho más por descubrir sobre el Rey Planeta. Siguemos y podrás ver como se desarrolla la producción del juego y su contexto historico.