El juego de «El Rey Planeta» tiene muchos defectos, por supuesto. Pero la falta de trasfondo histórico no es uno de ellos. En el desarrollo del juego hemos tratado de reflejar todos los aspectos de la vida del monarca, y por supuesto, su familia era uno de los más relevantes.

Los Austrias
Para empezar debemos recordar que para la mayoría de las monarquías la familia es otra herramienta más para ejercer y mantener el poder. Un príncipe, princesa o infanta no puede casarse con cualquiera; y no digamos ya un heredero al trono. Generalmente, aquellos hijos no destinados a reinar eran empleados como monedas de cambio para tejer o mantener alianzas con otras monarquías. El caso de los Reyes Católicos fue paradigmático, sus descendientes acabaron reinando en una gran cantidad de monarquías europeas (no siempre con buena suerte, aunque eso es otra cosa).

La política de Felipe IV no fue diferente. Lo negativo era que sus hijos legítimos morían en rápida sucesión y apenas se pudo hacer diplomacia con ellos. Aun así, sus dos hijas, María Teresa y Margarita de Austria (las únicas que llegaron a edad adulta) se convirtieron en reina consorte de Francia y emperatriz de Austria respectivamente.

Felipe IV el «Asalta cunas»

El epítome de todo esto fue la vida de Felipe IV.  Tras la muerte de Isabel de Francia, su primera esposa y reina consorte, el rey busco esposa para su hijo, el príncipe Baltasar Carlos. No debió buscar mucho, puesto que rapidamente encontró a la elegida en la corte austriaca, como era costumbre entre los Austrias. La elegida era la archiduquesa Mariana de Austria, hija del emperador Fernando III y de María Ana de Austria, hermana de Felipe IV. Así el rey había decidido casar a su hijo con su sobrina, es decir, primos hermanos entre ellos. Esto era dar otra vuelta de tuerca más a la consanguineidad de los Austrias. Aun así, la suerte no estuvo su parte, puesto que al poco el príncipe Baltasar Carlos moria fulminantemente de viruela. Quien dijo miedo, el rey, viudo y por tanto soltero con tierras, se casó con la prometida de su hijo, es decir, con su propia sobrina. 

Vaya fotonovela, se casa con la prometida de su hijo, que a su vez es su sobrina…

Fruto de este matrimonio, el reino dio la bienvenida a un nuevo heredero, Carlos II, al que algunos aún apodan el «Hechizado». En cualquier caso, nada de esto era nuevo, los padres de Felipe IV eran primos segundos, así que el Rey Planeta tampoco se diferenciaba mucho del resto de la familia.

Los Austrias «menores»

Por supuesto, existía la otra familia(s), aquella(s) que se escondía, es decir, las amantes y sus múltiples hijos (que superaron en número a los hijos legítimos). En otras entradas ya hemos hablado de la promiscuidad del Rey, en este caso se le calculan más de 30 hijos ilegítimos, y posiblemente el doble o así de amantes. ¡Ni Julio Iglesias, señores! (al respecto ver la actualización n° 7 INGLOURIOUS BASTARDS, los otros Austrias).

La familia Real en El Rey Planeta

En El Rey Planeta hemos dividido la familia de Felipe IV en dos; por un lado, la familia real, compuesta por la Reina y sus descendientes, a su vez varones (posibles herederos al trono) o hembras; y, por otro lado, la amante real y los suyos, que no pueden ser herederos (excepto por una regla opcional). 

Ser descendiente legítimo del rey no es fácil: por una parte, tienes que «nacer» o entrar en juego. Para ello, el rey debe utilizar una acción real y obtener un resultado positivo. Si el resultado es neutro, el hijo/a es enfermizo, y tendrá más posibilidades de morir y abandonar el juego. El jugador realiza tantas pruebas de fortuna como factor de natalidad tenga la reina (o de la amante si hablamos de herederos ilegítimos). Al final de cada turno se comprueba la mortalidad de la familia real, que, al resolver las pruebas de fortuna, pueden dejar hijos o hijas enfermizos o directamente eliminados del juego. Por supuesto esto tiene su impacto en el juego: el jugador gana un punto de victoria si tiene un heredero vivo al final del turno (esto representa la estabilidad en el reino y en la vida del monarca). Con los herederos ilegítimos todo es más sencillo, directamente se retiran del juego, lo que representa el poco impacto que tuvieron en la política y en la vida del rey. El único heredero ilegítimo que tuvo relevancia política fue Juan Jose de Austria, que ya fue tratado en la entrada n° 7.

Y la Reina

El mecanismo para la supervivencia de la reina es muy similar, se diferencia únicamente en que necesita dos resultados negativos (es decir, dos turnos al menos) para ser eliminada del juego. Con ello representamos la mayor longevidad de una mujer madura de la época respecto a los descendientes, más proclives a ser eliminados por cualquier enfermedad infecciosa.
Si la reina muere, es el momento en que el jugador debe elegir otra. Ciertamente, no hay muchas candidatas (el rey no se puede casar con cualquiera), pero por supuesto el jugador puede salirse del «guion» y elegir a otra que no sea su sobrina Mariana de Austria.

Los matrimonios reales

La familia real también proporciona puntos de prestigio para sostener la monarquía. Mejor dicho, el tener un heredero varón evita perder un punto de prestigio (además de su punto de victoria ya comentado), pero las féminas también pueden proporcionar prestigio a la monarquía si se «ofrecen» en matrimonio real. Esto se consigue jugando la carta de Matrimonio Real.

Y esto es todo amigos, al menos por ahora. Seguid conectados que el tiempo del Rey Planeta está por llegar. Por cierto, os dejo la página de la bgg del juego, por si queréis echar un vistazo, comentar, lo que sea.

Un saludo